Según informó en rueda de prensa el presidente de AC Hotels, Antonio Catalán, el nuevo edificio ha sido construido en un tiempo récord de un año y medio en los terrenos del antiguo Meliá, en el Paseo de la Victoria. Según dijo, parte con una ocupación del 80 por ciento, por lo que estimó que en este aspecto, el hotel no tendrá ningún problema.Desde su punto se vista, 'se convertirá en un hotel de referencia dentro de la ciudad por su modernidad y el gran potencial hotelero que posee Córdoba'. La cadena AC Hotels quiere con este proyecto potenciar en Andalucía un turismo de calidad.Según dijo, este nuevo hotel se convierte en el número 23 de la exclusiva marca Selection de AC Hotels, 'que designa a joyas arquitectónicas con un encanto singular'. Así, el nuevo AC Córdoba Palacio se caracteriza por su arquitectura vanguardista, realizada por un grupo de reconocidos profesionales dirigidos por Justo Isasi y Alfonso Casares.
El hotel está concebido también para la realización de celebraciones sociales y reuniones de negocio, ya que cuenta con salas de reunión con capacidad para cien personas y un salón de banquetes con capacidad para 350 comensales.
Las tarifas de las habitaciones van desde los 90 a 225 euros la standard, 108-270 euros la superior y entre 198 y 495 la suite.Su peculiar fachada, de hierro perforado, irá cambiando su tonalidad según transcurran los meses y sus materiales se vayan oxidando, combirtiéndose, según Catalán, en el edificio emblemático de la ciudad.
Al respecto, el presidente del Grupo Prasa, José Romero, manifestó que han tenido sus dudas sobre la fachada y 'bonita no se puede decir que sea, sino diferente'. Preguntado por si le queda un gusto amargo por no haberse podido realizar el proyecto inicial que estaba previsto 'El ojo del Califa', conocido también como la Torre Prasa, que finalmente fue rechazado por Urbanismo debido a su altura, Romero respondió que aunque están satisfechos con lo que han hecho, no lo es tanto como lo que querían hacer. Así, subrayó que han buscado que el edificio sea 'aquello que pudo ser y no fue'.
De este modo, sugirió que se deje que el tiempo haga su trabajo y a ver dentro de unos años qué pasa. Si al final no gusta, afirmó que dentro de unos años se puede desmontar sin ningún problema la malla de hierro. Por su parte, Catalán apuesta por la fachada y afirmó que 'la arquitectura vanguardista siempre llama la atención'.
El hotel cuenta con 75 trabajadores, 53 de los cuales provienen de la antigua plantilla del Meliá.
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