Philippe Stark se inspira en el surrealismo para decorar el establecimiento parisino
Desde este año, Le Meurice, el más antiguo de los hoteles palaciegos parisinos, es más surrealista que nunca. El establecimiento refuerza sus vínculos con el arte con la nueva interpretación que Philippe Stark ha hecho del gran vestíbulo, los dos restaurantes: Le Meurice -tres estrellas Michelin- y Le Dalí, y el bar 228, inspirándose en la obra de uno de los huéspedes más ilustres, Salvador Dalí.
La nueva decoración ha sido impulsada por Franka Holtmann, presidenta del hotel. Llegó a Le Meurice en junio de 2006 con ganas de 'darle más chispa', a pesar de una reciente reforma que ascendió a 140 millones de euros. Confió a Stark y su equipo -en el que destaca la presencia de su hija Ara- la tarea de redecorar 700 metros cuadrados de instalaciones y crear 600 piezas de mobiliario. 'Stark tiene un punto de humor que viene bien a los hoteles formales', comentaba Holtmann la pasada semana en Madrid. Otro punto a favor del diseñador francés era su interés en el surrealismo y en Dalí, quien durante 30 años residió todos los meses de diciembre en la suite 102 de Le Meurice, la misma que años antes ocupó Alfonso XIII. Gracias a la colaboración de la Fundación Dalí, Stark ha embellecido Le Meurice con guiños al arte del genio de Figueras.
De Dalí guardan numerosas anécdotas en el hotel que fundó en 1835 Louis-Auguste Meurice frente a las Tullerías. El artista decoraba las paredes de la habitación con manchas de pintura, mientras sus ocelotes domados se afilaban las garras en la moqueta. Con él soplaban aires de locura en el hotel. Pedía al personal que cazara moscas en el Jardín de las Tullerías, que le llevase un rebaño de cabras sobre el que disparaba con balas de fogueo y a cambio, correspondía con litografías firmadas por su mano.
Le Meurice, perteneciente al Grupo Dorchester (The Dorchester de Londres, Plaza Athénée de París, The Beverly Hills Hotel y Principe di Savioia en Milán), propiedad del sultán de Brunei, cuenta con 160 habitaciones decoradas con un estilo que evoca la época de Luis XVI. La mayoría de las 40 suites y junior suites miran al Jardín de las Tullerías y ofrecen vistas espectaculares de París.
La nueva decoración ha sido impulsada por Franka Holtmann, presidenta del hotel. Llegó a Le Meurice en junio de 2006 con ganas de 'darle más chispa', a pesar de una reciente reforma que ascendió a 140 millones de euros. Confió a Stark y su equipo -en el que destaca la presencia de su hija Ara- la tarea de redecorar 700 metros cuadrados de instalaciones y crear 600 piezas de mobiliario. 'Stark tiene un punto de humor que viene bien a los hoteles formales', comentaba Holtmann la pasada semana en Madrid. Otro punto a favor del diseñador francés era su interés en el surrealismo y en Dalí, quien durante 30 años residió todos los meses de diciembre en la suite 102 de Le Meurice, la misma que años antes ocupó Alfonso XIII. Gracias a la colaboración de la Fundación Dalí, Stark ha embellecido Le Meurice con guiños al arte del genio de Figueras.
De Dalí guardan numerosas anécdotas en el hotel que fundó en 1835 Louis-Auguste Meurice frente a las Tullerías. El artista decoraba las paredes de la habitación con manchas de pintura, mientras sus ocelotes domados se afilaban las garras en la moqueta. Con él soplaban aires de locura en el hotel. Pedía al personal que cazara moscas en el Jardín de las Tullerías, que le llevase un rebaño de cabras sobre el que disparaba con balas de fogueo y a cambio, correspondía con litografías firmadas por su mano.
Le Meurice, perteneciente al Grupo Dorchester (The Dorchester de Londres, Plaza Athénée de París, The Beverly Hills Hotel y Principe di Savioia en Milán), propiedad del sultán de Brunei, cuenta con 160 habitaciones decoradas con un estilo que evoca la época de Luis XVI. La mayoría de las 40 suites y junior suites miran al Jardín de las Tullerías y ofrecen vistas espectaculares de París.
Atmósfera histórica sin renunciar a la modernidad: aire acondicionado, internet, sistema de televisión interactivo, línea telefónica privada y un iPod radiodespertador.
Al confort y ubicación (al lado del Louvre y la plaza Vendôme y la calle Saint-Honoré, con sus tiendas de lujo), suma el bienestar del spa Valmont y las propuestas que el chef Yannick Alléno, de 39 años de edad, al frente de un equipo de 74 personas, realiza en su restaurante gastronómico Le Meurice. A su lado, Camille Lesecq, el maestro repostero que con 26 años de edad dirige a 14 personas. En el restaurante Le Dalí, Alléno reinterpreta la cocina francesa bajo un cuadro monumental de Ara Starck, que constituye la piedra angular del proyecto.
Al confort y ubicación (al lado del Louvre y la plaza Vendôme y la calle Saint-Honoré, con sus tiendas de lujo), suma el bienestar del spa Valmont y las propuestas que el chef Yannick Alléno, de 39 años de edad, al frente de un equipo de 74 personas, realiza en su restaurante gastronómico Le Meurice. A su lado, Camille Lesecq, el maestro repostero que con 26 años de edad dirige a 14 personas. En el restaurante Le Dalí, Alléno reinterpreta la cocina francesa bajo un cuadro monumental de Ara Starck, que constituye la piedra angular del proyecto.
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