Tengo el gran placer de poder hablaros hoy de las Cataratas de Iguazú en Argentina, lugar que me trae tantos recuerdos inolvidables…
Yo estuve en el mes de Julio, llegamos lloviendo, pero a pesar de esto no empañó para nada nuestra bienvenida a unos de los parajes más impactantes en los que he estado o estaré nunca.
Me alojaba en el Hotel Tropical das Cataratas, que es el único hotel que se encuentra dentro del Parque Nacional de Iguaçú del lado brasileño.
El hotel es una pasada, el enclave: inmejorable, las habitaciones están bien pero lo mejor de todo es el entorno, al lado de las cataratas que de noche no “cierran el grifo” y estás sumergido en una sintonía selvática integrada por miles de cataratas brotando sin parar y numerosos ruiditos de los animales autóctonos de la zona….para contar, vaya.
Vimos coatíes jugando por los alrededores, que ahora han descubierto que es más fácil robar la comida a alguno de los 800.000 turistas que anualmente se acercan a esta selva tropical que buscar fruta o cazar insectos en la jungla. El método es simple: tan sólo hay que caer en gracia a algún viajero para que les dé comida o refrescos o, directamente, robarles la mochila que porta los víveres para sobrellevar mejor las caminatas entre la selva.
No os privéis de cenar en el hotel en plan deluxe…después de una jornada intensa por las cataratas y tomaros un aperitivo al lado de la chimenea del lobby….¡tengo que volver!
Nosotros tuvimos también la suerte de dar con dos guías estupendos que nos empaparon de todo lo referente a cultura, fauna y flora etc. Y a la hora de elegir las excursiones no os perdáis:
(LLEVAD SIEMPRE UN CHUBASQUERO y algo para cambiaros si no hace muy buen tiempo)
- Visitar el lado brasileño: para mí el más bonito
- Visitar el lado argentino: que tampoco desmerece nada, pero puestos a comparar….
- Ver el Hito de las tres fronteras: ARGENTINA, BRASIL Y PARAGUAY
- Realizar un bautizo: te llevan con unos jeeps por el medio de la selva y bajas al puerto donde haces la aventura náutica.
Nos subimos a la lancha y nos dirigimos a las caídas de los Dos Mosqueteros y San Martín donde te hacen el bautizo bajo las cascadas de estos saltos. Ojo, todo se moja….todo, lo digo porque yo me aventuré a llevar la cámara de vídeo mientras saltábamos por encima del agua forrada con bolsas de plástico y aunque no se me estropeó….a punto estuvo, eso sí….el vídeo: una pasada.
- Garganta del Diablo: es impresionante, cuando llegas formas parte de un TODO y a la vez te sientes tan insignificante al lado de esa gran fuerza…
- No hice la excursión a la Presa hidroeléctrica de Itaipú, que tiene que ser impresionante, pero en su caso optamos por ir a Paraguay: Ciudad del Este. Cruzamos el “Puente de la Amistad”, también llamado de las “hormigas” por la gran cantidad de gente que va de un extremo a otro (contrabando de todo lo que se te pueda imaginar). Aquí vimos mucha pobreza, grandes centros comerciales (Monalisa) rodeados de chabolas, niños armados con metralletas a la entrada de la ciudad... No soy de las personas que me gusta obviar lo negativo para no implicarme en ello, pero tengo que reconocer que me fui de allí con mucha pena.
- Una excursión que no nos dio tiempo a hacer…porque siempre hay que dejar algo para la segunda vez que vaya…Es dar una vuelta en helicóptero por las cataratas, si tenéis oportunidad, no la desaprovechéis.
- Otra excursión que hicimos para hacer tiempo mientras nos llegaba la hora de coger (o mejor dicho “agarrar”) el avión a Buenos Aires fue: el Aviario de Foz do Iguazú: que no está mal, hay una enorme variedad de aves pero tampoco me impactó enormemente después de haber visto el resto.
En fin, sólo deciros que no dejéis de ir allí, un maravilloso regalo que nos ha hecho la naturaleza para disfrutar y dejarnos llevar por las corrientes de las cataratas.
Traveler
Yo estuve en el mes de Julio, llegamos lloviendo, pero a pesar de esto no empañó para nada nuestra bienvenida a unos de los parajes más impactantes en los que he estado o estaré nunca.
Me alojaba en el Hotel Tropical das Cataratas, que es el único hotel que se encuentra dentro del Parque Nacional de Iguaçú del lado brasileño.
El hotel es una pasada, el enclave: inmejorable, las habitaciones están bien pero lo mejor de todo es el entorno, al lado de las cataratas que de noche no “cierran el grifo” y estás sumergido en una sintonía selvática integrada por miles de cataratas brotando sin parar y numerosos ruiditos de los animales autóctonos de la zona….para contar, vaya.
Vimos coatíes jugando por los alrededores, que ahora han descubierto que es más fácil robar la comida a alguno de los 800.000 turistas que anualmente se acercan a esta selva tropical que buscar fruta o cazar insectos en la jungla. El método es simple: tan sólo hay que caer en gracia a algún viajero para que les dé comida o refrescos o, directamente, robarles la mochila que porta los víveres para sobrellevar mejor las caminatas entre la selva.
No os privéis de cenar en el hotel en plan deluxe…después de una jornada intensa por las cataratas y tomaros un aperitivo al lado de la chimenea del lobby….¡tengo que volver!
Nosotros tuvimos también la suerte de dar con dos guías estupendos que nos empaparon de todo lo referente a cultura, fauna y flora etc. Y a la hora de elegir las excursiones no os perdáis:
(LLEVAD SIEMPRE UN CHUBASQUERO y algo para cambiaros si no hace muy buen tiempo)
- Visitar el lado brasileño: para mí el más bonito
- Visitar el lado argentino: que tampoco desmerece nada, pero puestos a comparar….
- Ver el Hito de las tres fronteras: ARGENTINA, BRASIL Y PARAGUAY
- Realizar un bautizo: te llevan con unos jeeps por el medio de la selva y bajas al puerto donde haces la aventura náutica.
Nos subimos a la lancha y nos dirigimos a las caídas de los Dos Mosqueteros y San Martín donde te hacen el bautizo bajo las cascadas de estos saltos. Ojo, todo se moja….todo, lo digo porque yo me aventuré a llevar la cámara de vídeo mientras saltábamos por encima del agua forrada con bolsas de plástico y aunque no se me estropeó….a punto estuvo, eso sí….el vídeo: una pasada.
- Garganta del Diablo: es impresionante, cuando llegas formas parte de un TODO y a la vez te sientes tan insignificante al lado de esa gran fuerza…
- No hice la excursión a la Presa hidroeléctrica de Itaipú, que tiene que ser impresionante, pero en su caso optamos por ir a Paraguay: Ciudad del Este. Cruzamos el “Puente de la Amistad”, también llamado de las “hormigas” por la gran cantidad de gente que va de un extremo a otro (contrabando de todo lo que se te pueda imaginar). Aquí vimos mucha pobreza, grandes centros comerciales (Monalisa) rodeados de chabolas, niños armados con metralletas a la entrada de la ciudad... No soy de las personas que me gusta obviar lo negativo para no implicarme en ello, pero tengo que reconocer que me fui de allí con mucha pena.
- Una excursión que no nos dio tiempo a hacer…porque siempre hay que dejar algo para la segunda vez que vaya…Es dar una vuelta en helicóptero por las cataratas, si tenéis oportunidad, no la desaprovechéis.
- Otra excursión que hicimos para hacer tiempo mientras nos llegaba la hora de coger (o mejor dicho “agarrar”) el avión a Buenos Aires fue: el Aviario de Foz do Iguazú: que no está mal, hay una enorme variedad de aves pero tampoco me impactó enormemente después de haber visto el resto.
En fin, sólo deciros que no dejéis de ir allí, un maravilloso regalo que nos ha hecho la naturaleza para disfrutar y dejarnos llevar por las corrientes de las cataratas.
Traveler
2 comentarios:
Hola Noemi
Muy bueno este post,,,seguro que le servirá de ayuda y guia a mucha gente
un saludo
Jocope
MUY BUENA DESCRIPCION Y MUY UTIL. GRACIAS !
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