Calpe, localidad de dilatada historia y hondas tradiciones, es también uno de los principales destinos turísticos de la Costa Blanca. Su puerto deportivo, su paseo marítimo y once kilómetros de costa jalonada por acantilados, playas y calas son algunos de sus atractivos.
También lo es uno de los símbolos, el Peñón de Ifach, inmensa mole calcárea de 332 metros de altitud que se adentra en el mar y que dio origen a esta localidad. Su territorio ha sido declarado parque natural, debido a la gran riqueza botánica y faunística que alberga. Las mejores vistas de Calpe y de su litoral se pueden apreciar desde la cima, a la que se puede acceder en visitas guiadas al parque.
La benignidad del clima, unido a las peculiaridades orográficas de la zona, hace de este municipio alicantino un lugar idóneo para todo tipo de visitantes: desde los que buscan sol y playa hasta aquellos que desean practicar deportes al aire libre.
Los chiringuitos y puestos de alquiler de equipos, como tablas de windsurf o motos acuáticas, se suceden a lo largo de La Fossa y Arenal, soleadas playas que cuentan con un bello paseo marítimo y que están dotadas con todo tipo de servicios.
Entre las tranquilas calas de la bahía destaca la de Les Bassetes, conocida por la calidad de sus fondos marinos y sus aguas cristalinas. Ésta rivaliza en belleza con otras como La Manzanera o Les Urques, perfectas para practicar la navegación o el submarinismo. Tanto para noveles como para iniciados, Calpe ofrece una escuela de vela y un centro de buceo en Puerto Blanco.
Los amantes de otros deportes al aire libre podrán practicar la escalada en el Peñón de Ifach y la espeleología en el Barranc del Mascarat o el Monte Oltá.
Historia y arquitectura
Calpe estuvo en tiempos habitada por diferentes culturas mediterráneas: íberos, fenicios y romanos encontraron aquí un enclave privilegiado, gracias al Peñón de Ifach, excepcional punto de vigilancia de la costa.
En torno al peñón se desarrolló el actual núcleo de Calpe, como lo demuestran los numerosos vestigios hallados en sus proximidades, entre ellos los Baños de la Reina, antigua factoría de salazones de la época romana.
El casco histórico de Calpe queda delimitado por las antiguas murallas, levantadas en el siglo XV para defender la localidad frente a los ataques piratas. Junto al barrio morisco del Arrabal se conserva parte del antiguo recinto amurallado medieval, con algunos lienzos y el Torreón de la Peça. Muy cerca, se alza la iglesia parroquial dedicada a la Virgen de las Nieves, del siglo XV, único templo de estilo gótico-mudéjar existente en la Comunidad Valenciana.
En Calpe es posible encontrar otros bellos ejemplos de arquitectura religiosa, como las ermitas de La Cometa y San Salvador, ambas del siglo XVII.
En sus alrededores, esta localidad alicantina muestra sus profundas raíces rurales. Laderas cubiertas de viñedos se alternan con bellos ejemplos de arquitectura local como la Casa Nova, típica masía de aspecto fortificado, o el Pou Salat, construcción que suministraba agua potable a los habitantes de la urbe.
Gastronomía, fiestas y alrededores
La gastronomía tradicional de Calpe se basa principalmente en el arroz y el pescado. Además de la célebre paella, se pueden saborear otros arroces con alubias y nabos, acompañados con acelgas o al horno. También son típicos otros platos como el puchero de pulpo y la Llauna de Calpe. Los vinos con Denominación de Origen Alicante deberán acompañar cualquiera de estas delicias.
Como es común al resto de localidades alicantinas, Calpe cuenta con un calendario repleto de fiestas y actividades lúdicas. Desde el Carnaval a las Fallas de San José (19 de marzo), pasando por las Hogueras de San Juan (24 de junio) y la fiesta de Moros y Cristianos (octubre). Sus fiestas patronales, en honor de la Virgen de las Nieves, se celebran el 5 de agosto.
Desde Calpe se pueden realizar múltiples excursiones a otras localidades de la Costa Blanca. Al norte del Cabo de la Nao se sitúan Denia y Jávea, poblaciones turísticas que cuentan con un extenso litoral de playas y calas. La visita puede continuar en el Parque Natural del Montgó, lugar en el que los perfiles montañosos se precipitan al Mediterráneo creando sugerentes acantilados.
Hacia el sur, se encuentran Teulada, famosa por sus cultivos de uva moscatel; Altea, presidida por la bóveda azul de la iglesia de la Virgen del Consuelo; L’Alfàs del Pi, municipio del interior que se asoma al mar en su playa del Albir; y Benidorm, con magníficas playas que convierten a esta localidad en uno de los principales destinos turísticos de Alicante.
Fuente:Turespaña
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